El tiempo pasa, las personas maduran, los árboles crecen, la Tierra se mueve.
Y con ella todos nosotros.
Insignificantes puntos en la infinidad de un planeta, que creemos nuestro pero que no es de nadie, que somos quizás un error de la evolución que se la está jugando a la naturaleza, lucrándose con ella, usándola en nuestro propio beneficio cuando ya estaba ahí mucho antes de que nosotros existiéramos, destrozándola sin piedad.
Sólo somos un animal más en esta selva gigantesca, y sólo por creer saber cómo funciona, nos consideramos ''superiores''.
Pues bien, sólo tengo una cosa que decir:
Los salmones nadan río arriba para buscar el lugar de desove donde ellos mismos fueron depositados por sus madres, y lo encuentran por propio instinto.
Yo nunca soy capaz de encontrar la sección de panadería en los centros comerciales en los que he estado un millón de veces.
Ahí queda eso.
S.
Verdad como la vida misma! xD
ResponderEliminarSaludos cordiales:
ResponderEliminarHe encontrado tu espacio por casualidad y su título llama la atención por mencionar algo rutinario y, sin embargo, en lo que apenas reparamos. Hay quien dice que el ser humano es el peor monstruo que existe y algunas veces, se empeñan en darles la razón. Y efectivamente, cada uno de nosotros, no es más que un número que, cuando llegue el momento, dejará de existir junto con esos sueños de grandeza del que se suele presumir sin motivo alguno.
Enhorabuena por tu blog, seguiré leyéndote.