miércoles, 25 de junio de 2014

Dos caras

Lewis Carroll escribió hace ya unos cuantos años el famoso libro "Alicia en el País de las maravillas".
No tan famoso es su segundo libro, "Alicia a través del espejo". Curiosamente no lo llamó espejo en sí, (Mirror en inglés) sino que lo bautizó Looking Glass. El título completo es "Through the Looking-glass and what Alice found there". A través del cristal-de-mirar, y lo que Alicia encontró allí.

Alicia encontró a través del espejo un mundo donde nada era lo que parecía. Un libro de texto poético, el cual solamente podía leerse poniéndolo frente a un espejo, y complejísimo, "El Galimatazo". Deja a Alicia confundida, y decide seguir explorando el mundo que hay al otro lado.

Al menos, sabemos qué encontró Alicia.

¿Qué ocurre cuando nosotros nos miramos a un espejo? ¿Vemos un reflejo de la realidad de este lado? ¿O vemos algo que parece real pero no lo es? ¿Es ese nuestro yo real?
La realidad es nuestra percepción. Un espejo es una metáfora de lo que somos. Todos tenemos dos caras, pero queremos aceptar que sólo es una, benévola y conocida, reflejada en la lámina metálica de un espejo para que parezca que somos nosotros, desde una perspectiva simétrica. El Ying y el Yang, que son dos partes de una entidad.
Nuestro mundo es el Yang, y el mundo del espejo es un Ying. Pero no queremos aceptarlo. Pensamos que sólo hay una pared al otro lado. Pero es por el miedo. No todos queremos descubrir qué hay detrás del espejo, de nuestra otra parte de nuestro yo. Algunos temen encontrarse un Galimatazo que los desconcierta.

Por mi parte, no cruzaría al otro lado del espejo. No por temor a un libro que no puedo comprender. Por temor a un Rey Rojo que duerme, y del que te cuentan que eres un sueño. Y que si el Rey Rojo se despierta, tú te desvaneces. Porque no eres real. Sólo eres un sueño que cruzó al otro lado del espejo.

No somos lo que parecemos.



S.